El texto es el resultado del acto comunicativo. Para construir ese producto final cohesionado, es necesario utilizar mecanismos de referencia interna (repeticiones, sustituciones, elipsis, etc.) y marcadores textuales (además, por consiguiente, sin embargo, en primer lugar, en definitiva, etc.) que contribuyan a establecer relaciones entre las diferentes ideas que reúne el texto.
A modo de ejemplo, en este texto podéis ver resaltados varios recursos de cohesión: algunos marcadores textuales (además, también, pero, más aún, pues bien, en definitiva,...); una serie de expresiones que permiten ordenar las ideas (es una pena, es triste, lo verdaderamente penoso es); varios pronombres, de los que conocemos su referente porque ha sido mencionado antes en el texto (lo, ellas, los,...); la repetición de algunas palabras (libros o lectura, por ejemplo); y el uso de oraciones en las que se omite el sujeto porque ya ha aparecido previamente y, por tanto, se sobrentiende (sea, llegan,...).
A modo de ejemplo, en este texto podéis ver resaltados varios recursos de cohesión: algunos marcadores textuales (además, también, pero, más aún, pues bien, en definitiva,...); una serie de expresiones que permiten ordenar las ideas (es una pena, es triste, lo verdaderamente penoso es); varios pronombres, de los que conocemos su referente porque ha sido mencionado antes en el texto (lo, ellas, los,...); la repetición de algunas palabras (libros o lectura, por ejemplo); y el uso de oraciones en las que se omite el sujeto porque ya ha aparecido previamente y, por tanto, se sobrentiende (sea, llegan,...).
![]() |
Texto extraído de Propuesta de actividades: marcadores del discurso |
Fecha examen tema 3: 12/12/2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario